La importancia de la soberanía argentina sobre la Antártida.

Por la Lic. Graciela Godoy de Sadorín

El 22 de febrero pasado se conmemoró el Día de la Antártida Argentina y se cumplió más de un centenar de años de la permanencia ininterrumpida de nuestro país en la Antártida; a partir de ese día del año 1904 flamea la bandera argentina en la isla Laurie, del grupo de Islas Orcadas, al ser inaugurada la actual Base Orcadas.

Por la Ley 20.827/74, publicada en Boletín Oficial 23.043 del 26 de noviembre de 1974, se instituyó como Día de la Antártida Argentina el 22 de febrero de cada año, mencionando que ese día se izará a tope la bandera nacional en los edificios públicos de la Nación y se realizarán actos alusivos a nuestros irrenunciables derechos de soberanía sobre la Antártida Argentina, en todos los establecimientos educativos.

Hace más de cien años que los argentinos estamos en la Antártida, de los cuales las primeras cuatro décadas fuimos los únicos ocupantes permanentes, hecho que constituye uno de los mejores avales de nuestros títulos de soberanía en el área.

Es cierto que muchas personas de distintos niveles de conocimientos saben que el 22 de febrero se conmemora el Día de la Antártida Argentina, y es entendible, porque para esa fecha las escuelas permanecen en receso escolar. Esto no ocurre con otras fechas patrióticas, las que son recordadas en el transcurso de nuestra vida, debido a que se difunden y enseñan, porque están dentro del calendario escolar. Lo que se aprende de niño en la escuela, difícilmente se olvide, porque queda grabado para siempre en el subconsciente y en los sentimientos.

Sin embargo, observamos con beneplácito que la gente no es indiferente a estas manifestaciones patrióticas y últimamente ha tenido amplia repercusión.

Como paliativo a esta situación de desconocimiento, en algunas provincias del país, como la de Buenos Aires, han incluido en el calendario escolar el 21 de junio, como el Día de la Confraternidad Antártica, fijándose como objetivo “promover la difusión y toma de conciencia con respecto a la importancia de la presencia de nuestro país sobre el territorio antártico”.

Argentina en la Antártida

Antártida Argentina o Sector Antártico Argentino, a la que nosotros consideramos parte del territorio nacional, integra una vasta área que ocupa el casquete polar austral y en la que prevalecen condiciones ambientales particulares -distintas a las de América del Sur- las cuales tienen una influencia muy marcada en la presencia y en las actividades del hombre.

Por otra parte, esa zona está afectada a un régimen jurídico especial, cuyo ámbito territorial abarca toda el área al sur de los 60º de latitud Sur.

La región antártica delimitada por los meridianos 25º y 74º Oeste y el paralelo 60º de latitud Sur, forma parte del que fuera Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, establecido por Decreto-Ley Nº 2129 de fecha 28 de febrero de 1957, hoy por ley provincial.

Las autoridades provinciales residen en Ushuaia y el gobernador designa anualmente su delegado para la región antártica, quien representa así al poder civil de la zona.

La presencia argentina en nuestro sector, según la actividad de los foqueros criollos y de acuerdo con la investigación histórica, se produjo en la segunda década del siglo XIX; aunque algunos afirman incluso que tuvo lugar a fines de ese siglo.

Eran buques que desde el puerto de Buenos Aires iban a las llamadas actualmente Islas Shetland del Sur en busca de sus presas.

El secreto mantenido por nuestros foqueros hizo que el descubrimiento de esas tierras fuera ignorado por mucho tiempo y se lo atribuyeran navegantes de otros países.

A fines del siglo XIX y principios del siglo pasado, la ayuda prestada por nuestro país a expediciones extranjeras, en particular a la de Nordenskjöld, de Gerlache y Charcot, fueron debidamente apreciadas, quedando como resultado tangible toda una serie de nombres argentinos puestos a accidentes geográficos: Isla Uruguay, Islas Argentinas, Roca, Quintana, entre otros.

Esperemos que esta fecha tan importante no sea olvidada en nuestro país y que forme parte de los libros de educación para el nivel escolar primario y secundario.

(*) La Lic. Godoy de Sadorin es profesional del CONICET, Química (UBA) yMáster Comunicación, Científica, Médica y Ambiental (Univ. UPFARMA Barcelona).