
Así lo expresan los resultados de la última encuesta digital de Cosas de Barrio
De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 81 por ciento de los votantes expresó no estar de acuerdo con la construcción de torres en el Barrio Naón; otro 15% sostuvo que sólo aceptaría edificios de hasta tres pisos de altura; apenas un 3% dijo estar de acuerdo con la construcción de torres en ese reducto mataderense; mientras que el 1% se inclinó por la opción “Tal vez” (ver gráfico).
En esta nueva edición de la encuesta digital realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.986 vecinos.
Como se sabe, las versiones sobre una eventual construcción de torres en altura en el predio de colectora de General Paz a metros de Emilio Castro, donde se ubica el edificio sede del 1er. Distrito de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), motivaron la reacción de los vecinos, que con la consigna “No a las torres en nuestro barrio”, comenzaron a movilizarse activamente.
“Nos organizamos formalmente a mediados de mayo, aunque esta preocupación viene desde hace tiempo. Durante los últimos años y a partir del cambio en el Código Urbanístico, hemos tenido que soportar obras que rompieron la identidad del barrio, como una torre de quince pisos que ya generó múltiples problemas: rotura de napas, veredas, sobrecarga en los servicios, tránsito intenso y pérdida de calidad de vida. Pero ahora esta amenaza de torres de hasta veinticuatro pisos nos vuelve a unir a los vecinos con los empleados de Vialidad Nacional, que trabajan en el primer Distrito, muchos de los cuales son además vecinos del barrio”, cuenta Claudia Ferreyra, una de las vecinas de Naón comprometida con el futuro de su barrio. “Este proyecto es de hace tiempo -continúa- lo habíamos parado en 2018, pero ahora, a través del Decreto 461/2025, y con el cierre definitivo de Vialidad Nacional, no sólo dejan sin trabajo a más de mil personas, sino que también dejan el camino libre para esta clase de negocios inmobiliarios que benefician a unos pocos. Estamos convencidos en decir que no queremos torres”.
Y previendo comentarios de algún desprevenido, se apresura en aclarar “no estamos en contra del desarrollo urbano, sino de aquellos emprendimientos que atentan contra el perfil residencial, barrial y la calidad de vida de los habitantes. Vivimos en un barrio de casas bajas, con calles tranquilas, muchas plazas, y no queremos que eso se pierda. Si se permite esta torre, sabemos que vendrán muchas más”.
En diciembre de 2017 la Legislatura porteña estuvo a punto de firmar un convenio para la rezonificación del predio de Vialidad, que posibilitaba la construcción de dos torres de cien metros de altura. Por entonces, fue la lucha de trabajadores, vecinos y alumnos de la Escuela Técnica Vial -que luego fue cerrada- la que evitó que ese proyecto prosperara. El cierre de esa escuela, más allá de la enorme pérdida que significó la falta de continuidad de los proyectos educativos llevados adelante por Vialidad Nacional, y el problema de los trabajadores que perdieron su fuente de trabajo, tuvo un gran impacto en un barrio donde escasean las escuelas secundarias. Posteriormente, en el marco de las políticas de ajuste y desguace del Estado que enfatiza el gobierno nacional y la nueva zonificación para terrenos linderos de autopistas definidas por el Código Urbanístico, el proyecto de desarrollo inmobiliario a partir de la construcción de torres de gran altura vuelve a sobrevolar en la zona, con el consecuente impacto urbanístico y ambiental.
No obstante, la posición de los vecinos resulta elocuente en este simple muestreo de opinión, donde apenas tres de cada cien participantes de esta encuesta les dan vía libre a la construcción de edificios en altura. Claro que, como suele ocurrir, cuando existe un negocio de por medio, la opinión de los vecinos pasa a un segundo plano. Ojalá esta vez, se la tenga en cuenta.