El Fortín le ganó 2 a 1 a San Martín por la 9ª fecha del Clausura, con goles de Manuel Lanzini y el juvenil Dilan Godoy (foto). Lo hizo con un equipo alternativo, mostró carácter en una cancha difícil y sigue prendido en la pelea. Con ese envión anímico, el equipo de Guillermo se prepara para la revancha con Racing.

El triunfo dejó al Fortín en la tercera segunda ubicación del Grupo B, con 18 puntos, los mismos que tiene River Plate -que juega esta noche- y a uno del líder Deportivo Riestra. En un campeonato corto, cada victoria fuera de casa pesa doble, y este Vélez demostró que aun con suplentes puede sostener la pelea en la parte alta de la tabla.

El partido comenzó con dominio repartido, pero fue Manuel Lanzini quien abrió el marcador en el primer tiempo con un derechazo potente tras la asistencia de Isaías Andrada. Para el ex River fue su primer grito desde que volvió al fútbol argentino, un alivio personal y también una señal para el plantel: cuando los refuerzos de jerarquía aparecen en los momentos claves, contagian confianza al resto.

Ya en el inicio del complemento, el protagonismo pasó a manos de Dilan Godoy, el juvenil que pide pista a base de goles y personalidad. Con apenas 20 años, se animó a asociarse con Lanzini en una pared corta y definió con categoría para el 2 a 0 parcial. La apuesta por los jóvenes le empieza a dar frutos concretos a los mellizos.

San Martín intentó reaccionar en la última media hora y descontó con un cabezazo de Ignacio Maestro Puch tras un córner. Aun así, el local —que tuvo más posesión (55%), más remates (17 contra 9) y más ataques— careció de claridad y profundidad. Vélez, en cambio, fue práctico: pegó en los momentos justos y administró el resultado con madurez. Esa eficacia, más allá de la estadística, es lo que diferencia a un equipo en crecimiento de otro que se hunde en el fondo de la tabla.

El final tuvo polémica con la expulsión de Aarón Quirós a instancias del VAR. Una roja discutida que no desordenó al Fortín, bien sostenido en el fondo. Que un equipo alternativo resuelva un cierre caliente en una cancha difícil, también habla de carácter y trabajo colectivo.

El Vélez de los mellizos está encontrando una fórmula que combina experiencia y juventud. Manuel Lanzini aportó la cuota de jerarquía que necesitaba, y Dilan Godoy mostró que el futuro ya llegó. Este equipo no sólo gana: transmite la sensación de que tiene con qué sostenerse hasta el final. En San Juan no fueron tres puntos más: fue la confirmación de que el Fortín está para pelear en serio.

Con esta victoria, Vélez se mantiene firme en el Clausura, pero la cabeza ya está puesta en otro frente: la Copa Libertadores. El próximo desafío será nada menos que la vuelta de los cuartos de final ante Racing, en Avellaneda. La serie está más que abierta tras el 0-1 establecido en Liniers, y los mellizos saben que allí se definirá mucho de lo que queda del año. El envión anímico que dejó el triunfo en San Juan llega justo a tiempo para soñar en grande, en el torneo y en el continente.

Agustina Guadagno