En Buenos Aires ya se asoman los primeros brotes, los pájaros revoletean por las ramas dándole la bienvenida a la nueva estación. El editorial empezó a escribirse gracias a la visita del nuevo integrante de la familia de gorriones. Su residencia está en las copas más altas del árbol frente al balcón donde resido. Comienzo a describir con detalles lo acontecido.

En la mañana un gorrión bebe se acercó al balcón intrépido y sigiloso mirando hacia el interior de nuestra vivienda, mi primera reacción fue buscar el teléfono para atrapar ese momento tan especial, al acercarme a la ventana para filmarlo más de cerca, voló rápidamente y quedé con la sensación de haber perdido ese contacto. Entendí que la belleza del instante y la conexión con los seres de la naturaleza es como un suspiro, necesité hacer una pausa y me quedé mirando las ramas del árbol. A decir verdad, desde que me mude a este departamento muchas veces me he sentido atraída en observar su corteza, la forma de sus ramas, sus hojas y sus habitantes.

Seguí mirando hacia todos lados, pero en ese frondoso ser era difícil encontrar al pequeño gorrión. Tome la decisión de continuar con mi día, aunque sinceramente me sentía frustrada por lo que había pasado.

Mi compañero de vida había preparado el mate con todos los yuyitos cordobeses y nos esperaba coordinar las actividades que teníamos que realizar, entre mate compartido ya mi atención estaba empezando a dirigirse hacia mi trabajo y como un regalo de la vida apareció el gorrión bebe en una rama muy cerquita del balcón. Esta vez solo disfrute el momento de mirar con los ojos del corazón a ese pequeñito ser que está descubriendo la vida en esta nueva primavera.

Todos los días tenemos tantas situaciones y conexiones que nos enseña algo de nosotros y también de un otro, muchas de ellas son sutiles y alguno dirá “no importantes”, pero si profundizamos en lo que vivimos cada día seguramente vamos a sentir que somos seres humanos conectados a todo lo que nos rodea y la naturaleza es como un guardián que nos recuerda que pertenecemos a esta creación donde en unidad somos eternos.

Disfrutemos y atesoremos la magia del instante.

¡Hasta la próxima!

 

Imagen de portada Phong Tanh