La Policía de la Ciudad desbarató un laboratorio artesanal de drogas en Cafayate y Tapalqué, luego de detener en La Paternal a un hombre que llevaba en su morral un popurrí de drogas, entre ellas “cocaína rosa”, éxtasis, LSD, hongos alucinógenos y gomitas con marihuana.
El descubrimiento de la cocina de droga se gestó a partir de un procedimiento de prevención de rutina por parte de oficiales de la Comisaría Vecinal 15 A de la Policía de la Ciudad, que el martes pasado vieron cómo un hombre salía del barrio La Carbonilla, en Paternal, aferrando un morral a su pecho, y subiendo a una Chevrolet Tracker conducida por otro hombre que lo estaba aguardando.
Como la patente no era legible, los oficiales ordenaron al conductor detener la marcha, pero cuando lo hizo el acompañante intentó escapar, descartando el morral, tras lo cual fue detenido.
Ante testigos, los efectivos abrieron el morral y se encontraron con un verdadero “todo por dos pesos ambulante de droga” ya que había hongos alucinógenos (que luego fueron pesados y sumaban 226,8 gramos), tusi (20,3 gramos de la llamada cocaína rosa), marihuana (50 gramos), gomitas de tetrahidrocannabinol (34 gramos), pastillas de MDMA (22,7 gramos de éxtasis) y pastillas micro de LSD (0,3 gramos).
Los oficiales comprobaron que el conductor estaba trabajando como chofer de aplicación y había tomado ese viaje como uno más, confirmando que la camioneta también estaba en orden, por lo cual la fiscalía lo liberó de la situación.
Tras la intervención de la Unidad de Flagrancia Norte, a cargo del Dr. Matías Vila, que dispuso la incautación de la droga y el celular del sujeto, la causa quedó en manos del Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas nro. 12, del Dr. Juan Manuel Neumann, quien ordenó el allanamiento del domicilio del detenido.
Para tal menester fue designado personal de la División Investigaciones Comunales 15 (DIC15) de la Policía de la Ciudad, que llevó adelante el procedimiento en Cafayate al 1900, de Mataderos, a apenas una cuadra del Jardín de Infantes Salaberry.
Una vez en el lugar, los efectivos se encontraron con un laboratorio de drogas ubicado detrás de una puerta falsa en un patio, donde funcionaba una habitación con productos, herramientas y maquinarias para la elaboración de drogas.
Los oficiales secuestraron incubadoras usadas en la elaboración de las drogas, una caja tipo invernadero, procesadoras, batidoras, cajas de agujas, cajas de jeringas, cinco frascos con anabólicos, un frasco con hongos, sustrato para cultivo y bolsas con restos de tusi. También incautaron esencias aromatizantes, un bidón de alcohol de cereal, probetas, moldes de silicona, anteojos de luz ultravioleta con cargador, una balanza, semillas y sachets con polvo blanco.