La fuente principal fue restaurada a nuevo

Ubicado en el corazón de los bosques de Palermo, el histórico Patio Andaluz, una joya arquitectónica con casi un siglo de antigüedad, acaba de ser restaurado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tras años de desgaste provocado por el paso del tiempo, el emblemático espacio patrimonial del Rosedal vuelve a lucir como en sus mejores épocas.

Construido en 1929 con materiales traídos especialmente desde España, este jardín andaluz no había sido objeto de una intervención significativa desde 2008. La reciente obra de puesta en valor buscó preservar su esencia original y revitalizar uno de los rincones más representativos y visitados del parque Tres de Febrero.

El Patio Andaluz se distingue por su riqueza decorativa: conserva una valiosa colección de azulejos sevillanos que ilustran escenas de Don Quijote de la Mancha, así como momentos típicos de la vida española tradicional, desde fiestas populares hasta duelos caballerescos y oficios artesanales como la alfarería.

En el centro del conjunto se destaca una fuente con una inscripción que recuerda el espíritu con el que fue concebido el espacio: “A la caballerosa y opulenta Ciudad de Buenos Aires, en testimonio de comunicación espiritual, Sevilla ofrece esta muestra de la industria de Triana, el barrio de los laboriosos alfareros y los intrépidos navegantes”.

Las obras de restauración comenzaron en enero de 2025 y se extendieron durante nueve meses. Bajo un criterio de conservación integral, se llevaron a cabo tareas de limpieza, consolidación estructural y recuperación de elementos ornamentales como mayólicas, olambrillas, teselas y azulejos. Para garantizar la fidelidad histórica de la intervención, se utilizó documentación gráfica y fotográfica, evitando alteraciones que desvirtúen el diseño original.

Entre los trabajos realizados se destacan la restauración de la fuente central —incluyendo la reposición del pico vertedor, el tratamiento de la taza y la consolidación de relieves—, la recuperación de una segunda fuente, ocho escaleras, pisos dañados por hundimientos, barandales, columnas de hierro, la pérgola, y un total de 24 bancos distribuidos en el interior del patio, sus accesos y áreas circundantes.

Con esta intervención, el Patio Andaluz recupera su valor histórico, artístico y paisajístico, consolidándose como un testimonio vivo del legado cultural hispano en la Ciudad de Buenos Aires.