Estamos pasando por momentos complicados. Aunque nunca fue fácil hay que reconocer que hubo un cambio disruptivo que aceleró y profundizó el manejo de ciertas cosas con el ingreso a la era digital. Somos las generaciones que pasamos del mundo analógico al digital.
La búsqueda de seguridad mediante riquezas y poder han hecho que algunos puedan tener dominio sobre la vida de otros y esa brecha –con las herramientas actuales– parecería haberse ido profundizando. Actualmente unos pocos concentran un poder económico y de otros tipos (comunicacional, militar, etcétera) guiando a las grandes masas para que vivamos la vida que nos plantean.
Sin embargo, el ser humano es un ser creativo por autonomasia, además podemos tomar la decisión de ser autónomos eligiendo nuestro propio “camino”. Por eso, para concentrar ese poder nos quieren débiles, dóciles, frágiles y poco pensantes.
Nosotros, para ser libres y decidir “nuestra propia aventura” busquemos manejar lo más posible nuestro propio tiempo y desde luego compartiendo y abriéndonos a la sociedad colaborando solidariamente desde donde podamos (en cooperadoras, consorcios, etcétera). Pero también necesitamos entender que debemos digerir los que nos llega. Hay que ser cada vez más cuidadosos con la alimentación, en especial la procesada que es lo que nos venden en las góndolas. Además es hora de ser conscientes de que la iatrogenia es una de las mayores causas de muertes. Lamentablemente los remedios de farmacia son en su mayoría de los grandes laboratorios que están más al servicio de la ganancia que de la salud.
En definitiva, el planteo acá es que debemos tomar nuestras vidas en nuestras manos, elegir qué hacer, como sanarnos y qué comer. Nuestro cuerpo está hecho para ser fuerte, resistente y flexible por ende es indispensable el ejercicio.
Es importante saber que la parasitación en humanos existe. Podemos discutir si hay intencionalidad o si son simples colonias que nos carcomen por dentro. Lo que hoy la ciencia viene demostrando es que esas colonias cuando están en exceso en nuestros intestinos se expanden a otros sistemas como el nervioso y terminan influenciando en nuestras decisiones.
Para colmo nuestra sociedad actual pareciera que premia el “divertirse”, aunque con daños a nuestro sistema biológico (desde la salchicha y los chizitos en una fiesta infantil hasta el alcohol y lo que se fume cuando la persona creció un poco), y de algún modo nos guía siempre hacia lo fácil, disfrutar de lo rico dulce y cremoso así como de la contemplación de la pantalla o juegos en consola. Así como también fomenta la competencia por más cuestiones materiales. Como si fuera poco busca estimularnos desde lo sexual y muchas veces queda bien que alguien sea grosero o agresivo porque tiene “carácter”. En definitiva nos alientan desde los pecados capitales (gula, pereza, avaricia, soberbia, envidia, lujuria e ira). Esto lo notaremos fácilmente observando las propuestas predominantes en series o películas. Aunque también las hay con otros mensajes.
Está en nosotros elegir ser más estoicos, comprender que lo que es fácil y rápido por lo general no vale demasiado la pena, e incluso nos puede dañar, y que para lograr objetivos reales hace falta dedicación y perseverancia así como también muchas veces sacrificio. Y que como somos seres sintientes y pensantes que convivimos en sociedad está fantástico que fomentemos el cariño, el respeto, la solidaridad y la paciencia. El otro nos refleja. El buen trato hacia el otro es un gesto hacia nuestro sabio ser interno.
Rafael Sabini