Dos empleados del frigorífico “Achurita’s” junto a dos de sus hijos fueron detenidos por la Policía de la Ciudad, acusados de robar durante ocho meses, cientos de kilos diarios de achuras y embutidos del establecimiento en el que trabajaban, para luego venderlos en carnicerías porteñas y del conurbano.

La investigación fue llevada a cabo por personal de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía de la Ciudad, a partir de la denuncia realizada por uno de los propietarios del establecimiento damnificado, ubicado en Timoteo Gordillo y Rodó, ya que durante meses venían registrando pérdidas significativas en la contabilidad del negocio y varias sospechas recaían en dos de sus empleados.

Luego de escuchar los detalles aportados por los damnificados, los detectives avanzaron en la evaluación de las imágenes registradas por las cámaras internas y externas del local, además de realizar tareas de vigilancia sobre el comercio -ubicado justo enfrente de la sede de la Comuna 9- que suele trabajar en horario de madrugada.

Los oficiales detectaron que las maniobras se hacían a primera hora, cuando a uno de los compradores, hijo de uno de los empleados, se le entregaba mercadería por mucho más valor del que realmente figuraba como vendido en los libros contables.

De acuerdo con las estimaciones, cada vez que se producía esta maniobra la banda robaba entre 100 y 300 kilos de mercadería, por valor de unos 800 mil pesos.

Con los datos aportados por los efectivos, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 35 ordenó seguir las investigaciones, de donde surgió que la mercadería era transportada en dos camionetas tipo furgón -no habilitadas para el transporte de sustancias alimenticias frescas- y llevadas a distintas carnicerías de la Ciudad y del Conurbano, una de las cuales era de propiedad de un empleado del frigorífico afectado.

Con la aprobación judicial, tras una nueva presunta compra, los oficiales siguieron a la camioneta Fiat Fiorino con los dos compradores -ambos hijos de los dos empleados del comercio estafado- y la interceptaron unas cuadras más adelante. Allí se realizó el pesaje de las achuras, confirmando el desfasaje respecto de la factura. Acto seguido, el Juzgado interviniente ordenó el allanamiento al establecimiento, donde fueron detenidos los dos empleados involucrados en la estafa. Asimismo, los oficiales incautaron, además de la camioneta, mercadería, dinero, celulares y facturas.