Nueva Chicago luchó, pero no pudo quebrar a Gimnasia de Mendoza en Mataderos. Aunque volvió a mostrar carácter, se terminó quedando con un sabor agridulce tras igualar en uno con el lobo mendocino, por la fecha 29ª de la Zona B de la Primera Nacional. Diego Arroyo, uno de los más activos de la tarde, puso en ventaja al Torito, y Facundo Lencioni empató de penal para la visita. Por la B Metro, Liniers igualó sin goles como local ante Flandria.
Desde el arranque se notó que el equipo de Mataderos quería hacerse fuerte en su casa. Hubo presión alta, intensidad y un ida y vuelta que encendió a la tribuna. Chicago intentó lastimar con Román Zalazar y con las proyecciones de Diego Arroyo, que fue una de las armas más importantes en la primera mitad. Precisamente de sus pies nació la apertura del marcador: tras una gran jugada colectiva, el lateral definió cruzado y le dio al Torito una merecida ventaja.
Sin embargo, la alegría no duró demasiado. Sobre el cierre del primer tiempo, una desatención defensiva terminó en penal para Gimnasia. Facundo Lencioni no perdonó y, con un remate al medio, igualó las cosas justo antes del descanso.
En el complemento, Chicago perdió claridad. El partido se ensució, hubo imprecisiones y la pelota circuló poco. Los dirigidos por Gastón Lotito no lograron volver a pisar fuerte en el área rival y terminaron resignando dos puntos en su casa, en un partido que tranquilamente podrían haber ganado.
Con este empate, Chicago alcanza las 34 unidades y queda en la decimotercera posición, todavía lejos de la pelea grande, pero con la obligación de empezar a sumar seguido si quiere prenderse en la lucha. Está a once puntos de ingresar al reducido por el ascenso, cuando apenas quedan quince por jugarse. La próxima parada será este viernes, cuando visite a Estudiantes de Caseros, en otro duelo clave para empezar a escalar.
La sensación que deja este partido es clara: Chicago tiene momentos de buen fútbol y actitud, pero necesita continuidad y contundencia si realmente quiere pelear algo en este campeonato.
Liniers lo buscó, pero no pudo quebrar a Flandria
En el Juan Antonio Arias, Liniers dejó escapar una buena oportunidad de sumar de a tres y terminó empatando 0 a 0 ante Flandria por la fecha 11ª del Clausura de la Primera B Metropolitana. El partido fue parejo en el resultado, pero dentro de la cancha el Celeste mostró más intención que su rival y mereció un poco más.
Desde el arranque, los dirigidos por Diego Herrero se plantaron con decisión. Con un 4-4-2 bien marcado, Liniers intentó hacerse dueño de la pelota y lo consiguió: cerró el partido con una ligera ventaja en la posesión (51%) y generó más remates al arco (4 contra 2). Sin embargo, le faltó esa puntada final para romper el cero.
La defensa fue uno de los puntos más altos del equipo. Oswaldo Pacheco, se convirtió en la gran figura del encuentro, firme en cada cruce y dando seguridad desde el fondo. En ataque, Lautaro Calo y Matías Linas pelearon cada pelota, pero no lograron encontrar espacios ante un Maximiliano Gagliardo que sostuvo a Flandria con atajadas claves.
El complemento fue trabado, con muchas interrupciones y un rival que terminó con un hombre menos, tras la expulsión de Gonzalo Salega en tiempo de descuento. Aun así, Liniers no pudo capitalizar esa ventaja en los últimos minutos y se quedó con la sensación de que se le escaparon dos puntos más que haber sumado uno.
En la tabla, el Celeste quedó en la 20ª posición con apenas 8 puntos, sólo por encima de UAI Urquiza, que tiene la misma cantidad, pero peor diferencia de gol. La necesidad de empezar a ganar es cada vez mayor, ya que el margen se achica y los equipos de mitad de tabla se alejan.
El próximo compromiso será clave: el sábado 13 de septiembre, Liniers visitará a Villa Dálmine en busca de ese triunfo que necesita para cambiar el rumbo y salir del fondo.
La sensación es clara: Liniers muestra actitud y orden defensivo, pero si no logra transformar esa entrega en goles, le será muy difícil despegar de la parte baja de la tabla.
Agustina Guadagno