La legisladora porteña Jessica Barreto (Partido Socialista) presentó un proyecto de Ley para crear la Reserva Ecológica Lagunas de Soldati.
“Créase la Reserva Ecológica Lagunas de Soldati en el polígono delimitado por: límite norte Av. Castañares; limite este calle Esperanza y borde izquierdo de la UBP 52h; límite sur calle interna de la rotonda del Parque Indoamericano, prolongación de calle sin nombre oficial; limite oeste y suroeste calle sin nombre borde izquierdo e inferior del Reservorio del Parque Indoamericano; según plano adjunto en el Anexo I que incluye al Lago Soldati y al Reservorio del Parque Indoamericano, ubicados en el Parque Indoamericano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, indica el artículo primero del proyecto.
Desde lo técnico, se llama a que este polígono sea desafectado de la “Urbanización Parque” y pase a ser “Área de Reserva Ecológica Lagunas de Soldati” en el Código Urbanístico.
“Los servicios ecosistémicos que brindará la nueva Reserva Ecológica serán contribuir con la fitorremediación del suelo y las aguas asociadas al arroyo Cildáñez, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y mitigar los impactos del cambio climático. Es muy importante proteger estos últimos relictos verdes originarios de la Ciudad de Buenos Aires. Los mismos pueden ser combinados con sitios de esparcimiento, deporte y memoria”, fundamenta la propuesta.
El texto firmado por Barreto señala que “apoyan la creación de esta Reserva Ecológica numerosas organizaciones y profesionales, especialistas, vecinos y vecinas entre otros, entendiendo que elevar la protección de esta área que contiene numerosa biodiversidad es fundamental en el contexto del sur de la Ciudad, generando además una suerte de biocorredor junto a la Reserva Lago Lugano y otros espacios que solo traerán externalidades positivas”.
El texto parlamentario narra parte de la historia de estas tierras: “En las márgenes del Riachuelo, donde desemboca el arroyo Cildañez, existieron grandes bañados que ocupaban gran parte de lo que hoy son los barrios de Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo. Se los conocía como los Bañados de Flores Aquellos humedales que sobrevivieron hasta la década de 1950 y se fueron perdiendo con el avance de la urbanización y de la rectificación del Riachuelo ocupaban no menos de 300 hectáreas. Hoy sabemos por los hallazgos en el sitio arqueológico La Noria (el único prehispánico de la Ciudad) que el Ciervo de los Pantanos, el Ñandú y el Venado de las Pampas poblaban esa zona entre seis y ocho siglos atrás”.
“Actualmente en la zona se instalaron industrias, curtiembres, galpones, casas, monoblocks, se hicieron avenidas, autopistas, un shopping, un parque de diversiones, un autódromo, un campo de golf y un estadio de tenis. Aún así el sitio siguió conservando interesantes porciones de espacios verdes, algunos en forma de parque como el Parque Indoamericano, el Parque de la Ciudad y el Parque Roca y otros dentro del propio autódromo. Sin embargo, el bañado de Flores como tal, quedó circunscripto a una serie de tres lagos principales; el Soldati (dentro del Parque Indoamericano), el Lugano (dentro de la Reserva Ecológica Lago Lugano) y el Regatas (dentro del autódromo), más unos pocos cuerpos de agua menores. A diferencia de las Reservas Ecológicas de Costanera Sur y la de Costanera Norte, estos bañados del sur no son espacios ganados al río, sino que están sobre sus sitios originarios”, se resalta.
“Además, las reservas de Costanera Sur y Norte están ubicadas en lo que antiguamente era la ecorregión de Bosques Ribereños, en cambio los lagos del sur de la ciudad están ubicados en lo que era la ecorregión originaria del Pastizal Pampeano, más precisamente en la planicie de inundación del Riachuelo. Debido a la mala planificación urbana, esta zona de bajos y bañados se siguió inundando hasta el 2013, pero gracias a los pedidos de los vecinos y acción gubernamental se lograron realizar algunas obras hídricas importantes. Una de ellas terminó siendo significativa para la biodiversidad local; se creó un pequeño reservorio de agua dentro del Parque Indoamericano que se llena para contener los desbordes del arroyo Cildáñez y que ha sido colonizado por juncos y totoras. Allí se registran aves bastante raras para lo que son las reservas ecológicas de la región”, expone el texto de Barreto.
También se explica la importancia del lugar y la presencia de distintas especies de aves y plantas: “En el Parque Indoamericano se han registrado más de 80 especies de aves. Entre los juncales se puede divisar el ensamble característico de las lagunas pampeanas, por ejemplo, el tachurí siete colores, espartilleros enanos, mirasoles y grupos de aguateros. Y también se puede admirar al pecho colorado que nidifica en las chilcas de la orilla. También se han observado en este parque especies raras para la zona como el pato crestudo y el playero zancudo. Es muy común toparse con el pato zambullidor chico y el pato cabeza negra. En algunos paredones también se pueden observar bandadas de golondrinas tijerita. En los lagos y espacios verdes de la zona subsisten las últimas cachirlas porteñas. El Parque Indoamericano todavía alberga poblaciones de aves típicas de pastizales como el varillero ala amarilla”.
“Los lagos del sur de la Ciudad de Buenos Aires constituyen un sitio de parada de aves migratorias como el playerito pectoral. El lechuzón orejudo parece ser una especie que se beneficia de las grandes arboledas de eucaliptos, tipas y ceibos de la zona. En el Parque Indoamericano se han registrado más de 70 especies de plantas, entre espinillos, mburucuyá, timbó, cortadera, revientacaballos, guaco, vara dorada, junco, ombú, chañar, flor de sapo, malva blanca, barba de chivo, totora y camalotes. Se han registrado más de 30 especies de mariposas diurnas y nocturnas entre las que se encuentran la marrón de pastizal, lechera argentina, espejitos, monarca sudamericana, polilla de las chilcas, bataraza, cuatros ojos común y hierbera común”, se agrega.
Juan Castro