La jueza federal María Servini procesó sin prisión preventiva por “lesiones gravísimas” al cabo de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) Héctor Guerrero que el 12 de marzo de este año sobre Hipolíto Yrigoyen frente a Plaza Congreso, en el límite entre Balvanera y Monserrat, disparó en medio de una marcha de jubilados una granada de gas lacrimógeno que impactó contra la cabeza del fotógrafo Pablo Grillo, quien cubría el hecho y debió ser operado de urgencia en el Hospital Ramos Mejía de Balvanera porque sufrió una fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica. Ahora continúa su rehabilitación en el Instituto Rocca.

La acusación completa es lesiones gravísimas agravadas por abuso de su función como miembro de una fuerza en concurso real con abuso de armas agravado reiterado en cinco oportunidades. Se ordenó un embargo millonario.

También procesó al prefecto Sebastián Martínez por lesiones graves agravadas por abuso de su función por el disparo a Jonathan Navarro, el hincha de Chacarita que perdió la visión de un ojo, consigna la periodista Irina Hauser.

La abogada querellante Claudia Cesaroni informó: “El gendarme Héctor Jesús Guerrero, autor del disparo que casi mata a Pablo Grillo, procesado por la jueza Servini. Ya les dijimos a gendarmes, prefectos, penitenciarios y policías: alguna vez van a pagar por los actos criminales que sus jefes y jefas les mandan a cometer”.

Desde la cuenta Justicia por Pablo Grillo, administrada por familiares y amigos del fotógrafo, informaron este martes más temprano sobre la evolución: “Sigue en el Hospital de Rehabilitación Rocca. Su evolución es positiva. Está empezando a comer papilla con ayuda. Continúa con sonda como alimento principal. Se sienta y se levanta con asistencia. Le están administrando medicación para que esté más reactivo. Seguimos adelante. Lento, pero a paso firme. Gracias a todos por el cariño y las buenas vibras. Besos de paciencia”.

J.C.