Así lo expresan los resultados de la última encuesta digital de Cosas de Barrio

De acuerdo con la opinión de la gente que durante el último mes participó de la encuesta digital que Cosas de Barrio realizó en su sitio de Internet (www.cosasdebarrioweb.com.ar), el 37 por ciento de los votantes aseguró no tener vínculos con ninguna comunidad extranjera; otro 21% dijo tener una mejor relación con la comunidad venezolana; un 16% logró establecer esa relación con la comunidad de inmigrantes bolivianos; el 15% aseguró tener vínculos con la comunidad china; el 6% con la peruana; mientras que el 5% restante se inclinó por la comunidad paraguaya (ver gráfico).

En esta nueva edición de la encuesta digital realizada vía Internet por este medio, participaron un total de 1.979 vecinos.

Según la última Encuesta Anual de Hogares, la Ciudad de Buenos Aires es la región nacional donde residen más personas nacidas en otros países. Sobre un total de 3.1 millones de habitantes, en CABA habitan 419 mil extranjeros, es decir, el 13.5%.

Los más numerosos, los venezolanos, suman 84.834 habitantes en el territorio porteño. Le siguen los nacidos en Paraguay (64.934), Bolivia (60.108) y Perú (51.047). Estas cuatro nacionalidades superan el total de inmigrantes del continente europeo. Además, entre estos cuatro países suman más del 60% de inmigrantes que residen en la Ciudad.

En el ámbito de la Comuna 9, esas cifras varían levemente, ya que tanto en Liniers, como en Mataderos y Parque Avellaneda la comunidad inmigrante más numerosa es la boliviana. Sin embargo, aunque la presencia de comunidades extranjeras constituya una parte insoslayable de la idiosincrasia y la multiculturalidad porteña, esa relevancia no parece traducirse en las relaciones con la comunidad local.

Casi cuatro de cada diez de los participantes de esta encuesta aseguraron no tener vínculos con integrantes de ninguna comunidad extranjera. Quienes sí los tienen, dijeron haberlos establecido en su mayoría con inmigrantes venezolanos, muchos de los cuales se desempeñan actualmente como deliverys de aplicaciones y, en algunos casos, se dedican a mantener viva su cultura gastronómica con la elaboración y venta de comidas típicas venezolanas, tales como las arepas y los tequeños.

En el tercer lugar de esta encuesta aparece la comunidad boliviana, que desde hace años mantiene su “microcentro” porteño en el barrio de Liniers, más precisamente en las primeras cuadras de José León Suárez. Allí suelen reunirse sus integrantes para conseguir frutos típicos de la región, degustar platos característicos, escuchar su música y hasta enviar y recibir dinero. No obstante, la timidez y el perfil bajo que suele definir a los integrantes de esta comunidad puede resultar, en ocasiones, un escollo para lograr una integración más estrecha.

Luego se ubicó la comunidad china, cuyo vínculo con la población local se establece casi exclusivamente a través del contacto comercial que se produce en los supermercados de barrio, que desde fines del siglo pasado están acaparados por inmigrantes de ese poderoso país asiático.

La comunidad peruana -ubicada anteúltima en esta encuesta- posee también una numerosa cantidad de inmigrantes en el ámbito de la Comuna 9. Muchos de ellos, incluso, comparten con la comunidad boliviana el mercado a cielo abierto de las primeras cuadras de José León Suárez. En este caso, platos típicos como el ceviche o la famosa causa limeña, son los más pedidos en sus restaurantes.

La paraguaya -afincada desde hace décadas en nuestro país- resultó la comunidad menos votada en este muestreo. Actualmente, muchos de sus integrantes se desempeñan en el rubro carnicería.

En cualquier caso, las cifras de esta encuesta obligan a replantear algunas conductas, con la intención de que la integración vuelva a ser el sello distintivo que caracteriza a nuestra bandera.