El gobierno de Javier Milei prometió eliminar la pauta publicitaria oficial, pero la realidad muestra una historia diferente. La petrolera estatal YPF, bajo la influencia de Santiago Caputo, socio de Guillermo Garat, ha gastado cifras récord en publicidad, contradiciendo la promesa de “pauta cero” del presidente.

Se trata de un gasto exorbitante en publicidad, en el primer trimestre de 2024, YPF gastó 10.419 millones de pesos en publicidad, un aumento del 1100% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando se habían destinado 895 millones de pesos. Esto representa un salto significativo en el gasto publicitario, superando ampliamente la inflación acumulada en la zona del 300% durante el mismo período.

La opacidad en la distribución de la pauta publicitaria de YPF ha generado preocupación entre los medios de comunicación vecinales, alternativos y cooperativos. La falta de transparencia en la asignación de fondos públicos para publicidad puede perjudicar a estos medios, que dependen en gran medida de la publicidad para subsistir.

Todas las miradas apuntan a Santiago Caputo, asesor principal del presidente Javier Milei, tiene un socio, Guillermo Garat, que maneja la pauta publicitaria de YPF. Garat es vicepresidente de Relaciones Institucionales, Comunicación y Marketing de la petrolera estatal. La relación entre Caputo y Garat ha generado dudas sobre la imparcialidad en la asignación de la pauta publicitaria.

La contradicción entre la promesa de “pauta cero” y el gasto récord en publicidad de YPF ha generado críticas y controversias dentro del gobierno y en la sociedad argentina. El manejo opaco de la pauta publicitaria puede tener repercusiones políticas y económicas significativas, afectando la credibilidad del gobierno y la sostenibilidad de los medios de comunicación independientes.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, electo legislador porteño en los últimos comicios, no ha aclarado la contradicción entre la promesa de “pauta cero” y el gasto récord en publicidad de YPF. La falta de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de la pauta publicitaria puede erosionar la confianza en el gobierno y sus instituciones.