El mundo de la música y el cine lamenta la partida de Boris Claudio “Lalo” Schifrin, el legendario compositor, pianista y director de orquesta argentino, quien falleció a los 93 años en Los Ángeles, California, a causa de complicaciones derivadas de una neumonía. Su deceso fue confirmado por su familia y representa el fin de una era para la música de cine y televisión, donde su talento e innovación dejaron una huella imborrable a nivel mundial.

Nacido en Buenos Aires el 21 de junio de 1932, Schifrin creció en un entorno musical privilegiado: su padre, Luis Schifrin, fue concertino de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en el Teatro Colón durante tres décadas. Desde muy pequeño, Lalo mostró un talento excepcional para la música, comenzando a tocar el piano a los seis años bajo la tutela de Enrique Barenboim, padre del reconocido pianista Daniel Barenboim.

Su formación musical combinó la rigurosidad de la música clásica con la pasión por el jazz, un género que descubrió y abrazó desde joven. En la década de 1950 viajó a París para estudiar composición con maestros como Olivier Messiaen y Juan Carlos Paz, mientras alternaba sus estudios con presentaciones en clubes de jazz, lo que consolidó su convicción de que los géneros musicales debían fusionarse para crear nuevas expresiones artísticas.

A su regreso a Buenos Aires, Schifrin formó su propia big band y fue descubierto por el trompetista estadounidense Dizzy Gillespie, quien lo invitó a Estados Unidos para ser pianista y director musical de su banda. Este encuentro marcó el inicio de una carrera internacional que lo llevó a convertirse en uno de los compositores más influyentes del cine y la televisión.

Contratado por la poderosa Metro Goldwyn-Mayer, Schifrin comenzó a componer bandas sonoras para películas y series que se volvieron emblemáticas. Su obra más reconocida es, sin duda, el tema principal de la serie “Misión: Imposible” (1966), cuya melodía se convirtió en un ícono cultural global. Además, compuso para otras series de televisión como “Mannix” y “Starsky y Hutch”, y para películas clásicas como “Bullitt”, “Harry el sucio”, “La leyenda del indomable” y “The Cincinnati Kid”.

A lo largo de su extensa carrera, Lalo Schifrin recibió seis nominaciones a los Premios Oscar y fue galardonado con cuatro premios Grammy, además de un Premio Cable ACE y varias nominaciones a los Emmy. En 2018, la Academia de Hollywood le otorgó un Oscar honorífico en reconocimiento a su trayectoria y contribución a la música para cine y televisión, un merecido homenaje a un artista que supo combinar la excelencia técnica con la creatividad sin límites.